Leyendas Bolivianas: La Mujer de las Sombras
by Abraham Colque
(Oruro, Bolivia)
En lo más profundo de las montañas que rodean la ciudad de Oruro, en un oscuro y tenebroso lugar abierto dentro las montañas, vive una chica de cabello rojo, joven y hermosa, quizá la mano derecha del tío. Cantando y bailando siempre está, dando vueltas en círculos cada martes y viernes. Y a las 11 p.m. mágicamente se inicia una gran fiesta, pero no de personas sino de espíritus en carne y hueso, donde solo las mujeres esperan a los muchachos más descuidados y torpes.
Justo una noche 4 jóvenes atrevidos y jugando pasaban por el lugar. Al escuchar la música decidieron investigar si eran los mineros, pero al adentrarse se sorprendieron al ver muchísima gente bailando y cantando. Sin esperarse fueron invitados al baile por la chica de pelo rojo quien escoje para bailar a un jóven de pelo rubio.
Momentos después ella lo llevó a otro pasillo de la mina. Empezó a abrazarlo y besarlo, pero él no se dejaba. “Tengo novia,” le decía, pero ella insistía. Volvió y buscó a sus amigos para irse del lugar, pero no los encontró y ahí en medio de tanta gente se paró un momento y en un solo parpadeo, todos desaparecieron.
Comenzó a temblar de miedo, y llamó a gritos a sus amigos, pero nadie contestó. Comenzó a buscar la salida pero ya no lo encontraba. La chica de pelo rojo lo agarró de la espalda preguntando “por qué te quieres ir, quédate conmigo, yo te haré feliz.”
El joven, aún mós asustado, se alejó de ella. La miró a los ojos y de la cabeza le empezó a crecer cuernos. El jóven tembloroso corrió y corrió hasta que pudo salir de la mina. Avanzando unos metros más se desmayó. Al despertar perdió la razón. Enloqueció, cantando y bailando en círculos.
Justo una noche 4 jóvenes atrevidos y jugando pasaban por el lugar. Al escuchar la música decidieron investigar si eran los mineros, pero al adentrarse se sorprendieron al ver muchísima gente bailando y cantando. Sin esperarse fueron invitados al baile por la chica de pelo rojo quien escoje para bailar a un jóven de pelo rubio.
Momentos después ella lo llevó a otro pasillo de la mina. Empezó a abrazarlo y besarlo, pero él no se dejaba. “Tengo novia,” le decía, pero ella insistía. Volvió y buscó a sus amigos para irse del lugar, pero no los encontró y ahí en medio de tanta gente se paró un momento y en un solo parpadeo, todos desaparecieron.
Comenzó a temblar de miedo, y llamó a gritos a sus amigos, pero nadie contestó. Comenzó a buscar la salida pero ya no lo encontraba. La chica de pelo rojo lo agarró de la espalda preguntando “por qué te quieres ir, quédate conmigo, yo te haré feliz.”
El joven, aún mós asustado, se alejó de ella. La miró a los ojos y de la cabeza le empezó a crecer cuernos. El jóven tembloroso corrió y corrió hasta que pudo salir de la mina. Avanzando unos metros más se desmayó. Al despertar perdió la razón. Enloqueció, cantando y bailando en círculos.