Había una vez una niña común. Le gustaba jugar y su madre le miraba. Un día la niña se enfermó. Los doctores dijeron que tenía cáncer. La madre, desesperada, hizo un pacto con el diablo.
Su deseo era que la niña esté bien. El diablo lo pensó y dijo "Sí, pero una condición: tu hija tendrá ojos negros." La madre aceptó. La niña se recuperó y tiene ojos negros. Esa es la historia de la niña de ojos negros.