Mi madre me dijo que vió a un duende en Beni - Trinidad - cuando ella estaba jugando con sus hermanos. Ellos corretearon dejándola sola, y dice que apareció una persona pequeña con la cara arrugada que le silbaba y que le quería pegar. Ella lloró y vino su madre, y le preguntó "que pasa?" y mi madre respondió "un hombre pequeño me quiso pegar" y su madre no le creyó.